viernes, 20 de noviembre de 2015

TATUAJE, ¿UNA NUEVA FORMA DE PRAGMÁTICA?

La Pragmática, es un subcampo de la Linguística, también estudiado por la Filosofía del Lenguaje, que se refiere al estudio del modo en que el contexto influye en la interpretación del significado. El contexto, debe entenderse como situación, ya que puede incluir cualquier aspecto extralingüístico. La Pragmática, toma en consideración los factores extralingüísticos que determinan el uso del lenguaje, esto es, todos aquellos factores a los que no se hace referencia en un estudio puramente gramatical.
El cuerpo puede, entonces, ser visto como un texto cultural que simboliza. Los cuerpos hablan y son hablados, expresan características de sus portadores más allá de su voluntad. “El cuerpo, entonces, funciona como un lenguaje que no puede no comunicar” (Urresti, 1999:72), así, la experiencia cotidiana se da en base al valor simbólico diferencial de los distintos atributos corporales.
El cuerpo es el soporte material en el que se manifiesta la historia de un sujeto, es el resultado de un proceso de incorporación (Urresti, 1999), todos tenemos marcas sobre nuestro cuerpo, señales en nuestra memoria que marcan nuestras vidas.
Los símbolos y diseños corporales son manifestaciones practicadas desde el Homo Sapiens Sapiens, que junto con el arte rupestre (pinturas en las cavernas), fueron una de las etapas del surgimiento de la escritura.
La misma, no se reduce a la trascripción de un lenguaje organizado, sino que también, incluye todo tipo de marca o símbolo que se grabe sobre la piel. La escritura, como forma de legitimizar la ley, también existió en sociedades prehistóricas y/o protohistóricas, sólo que aquí, el material donde se escribe y cristaliza la norma, suele ser el propio cuerpo humano (Clastres, s.d.).
La marca social y cultural puede llevarse a cabo por medio de la escritura de lo colectivo en el propio cuerpo de los individuos (Le Breton, 2002). De esta manera, “se abre el concepto de escritura, incorporando las inscripciones corporales al mismo” (Guigou, 2005: 22) se establece de esta manera, la relación imagen-escritura como productora de discursos (Guigou, 2006).
Los tatuajes ejercen la función simbólica del lenguaje, como lo dice Barthes (en Menicocci, s.d.) permiten a los hombres construir ideas, imágenes y obras, no bien sobrepasan los usos estrechamente relacionales del lenguaje. De hecho, todo símbolo es portador de significados y, de múltiples sentidos, emiten mensajes que deben ser interpretados (Rocha, s.d.). Es así que los tatuajes conforman narraciones.
Entendemos de este modo al cuerpo, como el instrumento de comunicación más inmediato, que expresa identidad en términos muy concretos, expresa cosas y no precisamente por medio del habla.


Brena, V. (s/f). Utilizando el cuerpo: una mirada antropológica del tatuaje1. Recuperado de: http://www.modart-team.com/Espanol/Proyectos_Eventos/Valentina_Brena_-_Utilizando_el_Cuerpo_Una_mirada_antropologica_del_Tatuaje.pdf

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